Insultar, acosar, delinquir o dañar reputación mediante suplantación de identidad o perfiles falsos es delito.
Lo pueden sufrir desde particulares hasta empresas, desconocidos o famosos. Podemos encontrar desde ciberdelicuentes "profesionales" hasta sencillamente personas con malas intenciones.
Básicamente hay dos modos de conseguir hacerse pasar por otro: conseguir sus claves mediante alguna artimaña (phishing) o creando perfiles falsos (cogiendo fotos y datos de aquí y de allá). Con este gancho intentarán ganarse tu confianza o dañarán tu imagen pública haciéndose pasar por ti.
En Facebook
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En Twitter
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En Linkedin
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En Instagram
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En Badoo
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En Flickr
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En Pinterest
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Tras esto, siempre cabe denuncia formal resultando muy interesante este consejo de la Oficina de Seguridad del Internauta (#OSI):
"Si tras denunciar los hechos el problema no se soluciona, puedes interponer una denuncia ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE). Necesitarás facilitar alguna evidencia de cómo realmente estás siendo víctima de una suplantación. Para ello, guarda por ejemplo alguna captura de pantalla del perfil falso. Puedes apoyarte en herramientas como eGarante para que tus pruebas tengan una validez legal."
https://www.egarante.com/Fuente | Instituto Nacional de Ciberseguridad de España