La detección precoz de las primeras señales de la violencia de género es esencial para prevenirla y para evitar que se agraven determinadas conductas de control, de falta de respeto, de aislamiento, de humillación o de agresión. Estas primeras conductas aún son más sutiles en la adolescencia y su normalización puede llevar a la justificación o aceptación de relaciones nocivas. Corta a tiempo si detectas estas señales de maltrato y apuesta por relaciones sanas basadas en el respeto y la igualdad.
Rechaza en tus relaciones las primeras señales de control y maltrato. Únete, todos contra la violencia de género. #HaySalida