Dar de comer a gatos callejeros en 𝗹𝘂𝗴𝗮𝗿𝗲𝘀 𝗻𝗼 𝗮𝘂𝘁𝗼𝗿𝗶𝘇𝗮𝗱𝗼𝘀 provoca la proliferación sin control de los mismos, e impide seguimiento autorizado que se realiza sobre las colonias felinas.