La
práctica del ciclismo y el transporte en bicicleta trae consigo la integración
de los ciclistas a través del conjunto de normas que afectan al uso de la vía.
Es decir, montar es bicicleta implica ser conocedores de las reglas y aspectos
de seguridad vial que nos afectan. Esto se antoja aún más necesario si de lo
que hablamos es de transportar niños en bicicleta.
En
el caso del coche, los sistemas de retención infantil requieren un esfuerzo
imperativo por parte de los padres para su elección y posterior instalación.
Además, las sillitas
infantiles presentan una serie de recomendaciones
fundamentales para la seguridad de los pequeños, entre las que
destacan, entre muchas, la colocación a
contramarcha o el uso del sistema
ISOFIX.
En
el caso de los sistemas para llevar niños en bicicleta, también cuentan con una
serie de pautas que atender. Del mismo modo, desplazar a los niños
en bicicleta conlleva cuidar al máximo las condiciones de seguridad, comenzando
con el uso del
casco también por parte de los pequeños. Este es obligatorio en
todo menor hasta los 16 años.
Cada
sistema ofrece diferentes posibilidades para los padres, pero también para los
niños. Ellos pueden llegar a disfrutar de un medio de transporte muy
placentero. Ahora bien, hay que conocer cómo hacerlo con la mayor seguridad
posible, según lo establecido por la normativa. En ese sentido, hay que saber
que muchos de los sistemas más populares de transporte de niños en bicicleta no
están permitidos bajo ciertas circunstancias.
Sillas
para llevar niños en bicicleta
Las
sillas son conocidas también como portabebés o portaniños. Hay de dos tipos,
traseras y delanteras (en realidad existe una variante más, sillas al cuadro).
Antes de elegir cualquier modelo, es conveniente estudiar las características
de nuestra bicicleta para adaptar el tipo de silla que interese.
La
normativa actual exige que toda silla esté homologada según la
norma EN14344 y
cuente con unos sistemas de seguridad obligatorios. Estos consisten en un reposabrazos,
un arnés y un sistema de sujeción de los pies que
evite que estos puedan colarse entre los radios. Del mismo modo, no es
posible transportar con este sistema a niños de más de 7 años y, por supuesto,
solo podrá hacerlo un adulto. Además, solo se puede montar una silla por
bicicleta.
En
las sillas traseras:
- El peso del niño
no puede superar los 21 kilogramos.
- La conducción es
más manejable.
- Pueden ir
ancladas a la tija o a un portabultos o transportín.
- La absorción de
posibles obstáculos (baches, firme irregular) aumenta la incomodidad.
- Algunos modelos
permiten reclinar el asiento.
- No es tan
sencillo comunicarse con el niño, al ir a nuestra espalda.
En
las sillas delanteras:
- El peso del niño
no ha de rebasar los 15 kilogramos.
- Van ancladas al
manillar.
- Es más sencillo
comunicarse con el pequeño.
- El niño cuenta
con un gran campo de visión.
- Los impactos
como consecuencia del estado
del firme no se notan tanto.
- La sensación
térmica (de frío o calor) es mayor.
- El margen de
movimiento para el ciclista es menor.
- Hay un mayor
riesgo para el pequeño en caso de caída.
Remolques:
prohibidos en vía interurbana
Los
remolques para bicicleta son una buena opción si lo que se pretende es llevar
dos niños. El gran inconveniente es que está prohibida
su utilización en vías interurbanas. Así lo establece el Reglamento
General de Circulación:
4.
Las motocicletas, los vehículos de tres ruedas, los ciclomotores y los ciclos y
bicicletas podrán arrastrar un remolque o semirremolque siempre que no superen
el 50 por ciento de la masa en vacío del vehículo tractor y se cumplan las
siguientes condiciones:
4.1.
La circulación será de día y en condiciones que no disminuyan
la visibilidad.
4.2.
La velocidad a que se circule en estas condiciones quedará reducida en un 10
por ciento respecto a las velocidades genéricas que para estos vehículos se
establecen en el artículo 48.
4.3. En
ningún caso se podrán transportar personas en el vehículo remolcado.
En
circulación urbana se estará a lo dispuesto por las ordenanzas
correspondientes.
En
vías urbanas, por tanto, depende de lo que hayan establecido los distintos
ayuntamientos. Por ejemplo, en Barcelona la norma contempla su
utilización. Sin embargo, no en todos los municipios es así.
Para
poder usar un remolque se ha de ser muy consciente de esta limitación. Por otra
parte, los remolques ofrecen unas características que aumentan bastante
la comodidad, sobre todo para los niños:
- Mayor capacidad
y espacio.
- El niño puede
viajar a una edad más temprana que en cualquier otro sistema.
- No añaden
complicaciones en el control de la bici y el equilibrio.
- Ofrecen más
seguridad en lo relacionado con la influencia del niño sobre la conducción
Por
contra, el remolque exige una forma física superior que otros
sistemas, pues su peso también lo es.
Otros
tipos de remolques
Al
remolque tradicional se le han unido otro tipo de sistemas de sujeción en los
últimos años. Estos provienen, en su mayoría, de países europeos en los que la
bicicleta tiene una tradición más popular. En ese sentido, existen una
gran cantidad de soluciones que se mueven entre dos extremos: unir una
bicicleta de adulto a una infantil y un sistema tandem.
Hay
que tener en cuenta que casi todos pueden ser considerados remolques. Por
tanto, se les aplica la misma norma anterior. No pueden ser
utilizados en ningún tipo de carretera interurbana y, en el caso de su uso
urbano, hay que estar a lo que diga la norma local. Más allá de esto, su
uso es libre en otro tipo de vías como caminos, cañadas, etc..
Como
ocurre con el caso de los sistemas de retención infantil, es importante prestar
atención a ciertas pautas. Los sistemas han de estar homologados. En ese
sentido, no
todos pueden ofrecernos las mismas garantías de seguridad. Es
recomendable estudiar en profundidad las características de la
silla o remolque que se pretenda comprar en función de la edad del menor que la
vaya a utilizar.