13 de diciembre de 2018

Cómo llevar a los niños en bicicleta de forma segura


 

La práctica del ciclismo y el transporte en bicicleta trae consigo la integración de los ciclistas a través del conjunto de normas que afectan al uso de la vía. Es decir, montar es bicicleta implica ser conocedores de las reglas y aspectos de seguridad vial que nos afectan. Esto se antoja aún más necesario si de lo que hablamos es de transportar niños en bicicleta.
En el caso del coche, los sistemas de retención infantil requieren un esfuerzo imperativo por parte de los padres para su elección y posterior instalación. Además, las sillitas infantiles presentan una serie de recomendaciones fundamentales para la seguridad de los pequeños, entre las que destacan, entre muchas, la colocación a contramarcha o el uso del sistema ISOFIX.
En el caso de los sistemas para llevar niños en bicicleta, también cuentan con una serie de pautas que atender. Del mismo modo, desplazar a los niños en bicicleta conlleva cuidar al máximo las condiciones de seguridad, comenzando con el uso del casco también por parte de los pequeños. Este es obligatorio en todo menor hasta los 16 años.
Cada sistema ofrece diferentes posibilidades para los padres, pero también para los niños. Ellos pueden llegar a disfrutar de un medio de transporte muy placentero. Ahora bien, hay que conocer cómo hacerlo con la mayor seguridad posible, según lo establecido por la normativa. En ese sentido, hay que saber que muchos de los sistemas más populares de transporte de niños en bicicleta no están permitidos bajo ciertas circunstancias.
Sillas para llevar niños en bicicleta

Las sillas son conocidas también como portabebés o portaniños. Hay de dos tipos, traseras y delanteras (en realidad existe una variante más, sillas al cuadro). Antes de elegir cualquier modelo, es conveniente estudiar las características de nuestra bicicleta para adaptar el tipo de silla que interese.
La normativa actual exige que toda silla esté homologada según la norma EN14344 y cuente con unos sistemas de seguridad obligatorios. Estos consisten en un reposabrazos, un arnés y un sistema de sujeción de los pies que evite que estos puedan colarse entre los radios.  Del mismo modo, no es posible transportar con este sistema a niños de más de 7 años y, por supuesto, solo podrá hacerlo un adulto. Además, solo se puede montar una silla por bicicleta.
En las sillas traseras:
  • El peso del niño no puede superar los 21 kilogramos.
  • La conducción es más manejable.
  • Pueden ir ancladas a la tija o a un portabultos o transportín.
  • La absorción de posibles obstáculos (baches, firme irregular) aumenta la incomodidad.
  • Algunos modelos permiten reclinar el asiento.
  • No es tan sencillo comunicarse con el niño, al ir a nuestra espalda.
En las sillas delanteras:
  • El peso del niño no ha de rebasar los 15 kilogramos.
  • Van ancladas al manillar.
  • Es más sencillo comunicarse con el pequeño.
  • El niño cuenta con un gran campo de visión.
  • Los impactos como consecuencia del estado del firme no se notan tanto.
  • La sensación térmica (de frío o calor) es mayor.
  • El margen de movimiento para el ciclista es menor.
  • Hay un mayor riesgo para el pequeño en caso de caída.
Remolques: prohibidos en vía interurbana

Los remolques para bicicleta son una buena opción si lo que se pretende es llevar dos niños. El gran inconveniente es que está prohibida su utilización en vías interurbanas. Así lo establece el Reglamento General de Circulación:
4. Las motocicletas, los vehículos de tres ruedas, los ciclomotores y los ciclos y bicicletas podrán arrastrar un remolque o semirremolque siempre que no superen el 50 por ciento de la masa en vacío del vehículo tractor y se cumplan las siguientes condiciones:
4.1. La circulación será de día y en condiciones que no disminuyan la visibilidad.
4.2. La velocidad a que se circule en estas condiciones quedará reducida en un 10 por ciento respecto a las velocidades genéricas que para estos vehículos se establecen en el artículo 48.
4.3. En ningún caso se podrán transportar personas en el vehículo remolcado.
En circulación urbana se estará a lo dispuesto por las ordenanzas correspondientes.
En vías urbanas, por tanto, depende de lo que hayan establecido los distintos ayuntamientos. Por ejemplo, en Barcelona la norma contempla su utilización. Sin embargo, no en todos los municipios es así.
Para poder usar un remolque se ha de ser muy consciente de esta limitación. Por otra parte, los remolques ofrecen unas características que aumentan bastante la comodidad, sobre todo para los niños:
  • Mayor capacidad y espacio.
  • El niño puede viajar a una edad más temprana que en cualquier otro sistema.
  • No añaden complicaciones en el control de la bici y el equilibrio.
  • Ofrecen más seguridad en lo relacionado con la influencia del niño sobre la conducción
Por contra, el remolque exige una forma física superior que otros sistemas, pues su peso también lo es.
Otros tipos de remolques
Al remolque tradicional se le han unido otro tipo de sistemas de sujeción en los últimos años. Estos provienen, en su mayoría, de países europeos en los que la bicicleta tiene una tradición más popular. En ese sentido, existen una gran cantidad de soluciones que se mueven entre dos extremos: unir una bicicleta de adulto a una infantil y un sistema tandem.
Hay que tener en cuenta que casi todos pueden ser considerados remolques. Por tanto, se les aplica la misma norma anterior. No pueden ser utilizados en ningún tipo de carretera interurbana y, en el caso de su uso urbano, hay que estar a lo que diga la norma local. Más allá de esto, su uso es libre en otro tipo de vías como caminos, cañadas, etc..
Como ocurre con el caso de los sistemas de retención infantil, es importante prestar atención a ciertas pautas. Los sistemas han de estar homologados. En ese sentido, no todos pueden ofrecernos las mismas garantías de seguridad. Es recomendable estudiar en profundidad las características de la silla o remolque que se pretenda comprar en función de la edad del menor que la vaya a utilizar.