19 de febrero de 2012

¿Cómo hacer los pasos de peatones más atractivos y seguros?

Buena pregunta. Sin duda los pasos de peatones son a la vez los aliados de los peatones para cruzar las calles, pero también son puntos que muchas veces no se utilizan o se hace mal.
En un estudio reciente de la Fundación Mapfre se incidía sobre la siniestralidad en esos puntos: “71 peatones murieron en 2010 en España en accidentes de tráfico y 1.959 resultaron gravemente heridos“. No son pocos, nunca lo son, y lo más notorio es que siendo las vías idóneas para cruzar la calzada acumulen esas cifras.
Con esta casuística nos referimos a un artículo de Profesores y Seguridad vial en el que se debaten alternativas originales para hacer de los pasos de peatones un lugar más seguro. No se trata solo de concienciar y educar a los ciudadanos para utilizar estos pasos de manera generalizada, sino también de ver alternativas para que su uso sea más seguro. 
La primera medida parece lógica: cruzar siempre por el lado más alejado del tráfico rodado. Eso se consigue de forma activa por parte del peatón, es decir, colocándose conscientemente en el lugar apropiado, aunque ayudarían también símbolos que, inconscientemente, nos lleven a situarnos en la parte más segura de los mismos. Marcas sobre el cebreado, de otros colores o formas, bastarían para llevarnos lejos de los coches.
Otra posibilidad es alejar el propio paso de cebra de la línea de detención de los coches, es decir, que sean necesarios unos cuantos metros desde la línea de detención hasta que comienza el paso de peatones, de forma que se maximicen las posibilidades para el conductor de reaccionar ante un error de apreciación a la hora de detenerse (si hay semáforo, por ejemplo). El propio semáforo juega de nuestro lado si la coordinación entre el de los coches y el de los peatones garantiza el tiempo suficiente para que los coches se detengan antes de que crucen los peatones.
Animales y figuras que inconscientemente nos disuadan de cruzar
Sobre todo para los niños, ver figuras en el cebreado que les refuercen la importancia de utilizar bien el paso juega a favor de una mayor seguridad. En Pamplona, por ejemplo, se pintaron cocodrilos y perros en los pasos cercanos a colegios para transmitir el mensaje de “cuidado con la carretera”. Parece una estrategia de desmotivación, pero mira a favor de que los pequeños aprendan que cruzar no es ningún juego, y deben poner mucha atención siempre que lo hagan. Personalmente habría orientado las cabezas de los cocodrilos y perros hacia donde vienen los coches.
Otras alternativas son los pasos asimétricos, que inconscientemente nos transmiten que el camino más corto para cruzar es el que está más a la derecha, ya que si vamos por la diagonal recorreremos más metros. Personalmente no lo veo eficaz cien por cien, pero tiene su lógica. Sea como sea el sistema que se utilice, lo primordial es la educación vial. No solo en los colegios o en las casas, y no solo dirigida a niños.
Veo cada día cómo muchos adultos cruzan por la calzada sin atender a los pasos de peatones, a través de las rotondas (algo que considero muy grave, pero que se hace), igual que también veo muchos conductores que ven los pasos de cebra como un hito que superar “antes de que venga un peatón a cruzar”. Cuando un niño ve esto, lo imita. Y pasan cosas que, sin haber derivado en accidente, bien podría serlo. El otro día vi, sin ir más lejos, cómo una niña cruzaba delante mía observando a los coches que venían por el carril contrario, sin verme a mi primero. Menos mal que yo sí la vi.