8 de febrero de 2012

Sistema de seguridad activa para niños


 Eye Baby es un invento curioso a la par que sencillo concebido para mejorar la seguridad de los niños. A nadie se nos escapa que un cochecito de bebés es un elemento de la vía frágil y poco visible, así que nos ha llamado la atención este original dispositivo que se presentó en el Salón del Ocio Infantil en Familia – Dabadum, en Madrid.
Eye Baby consiste en un pequeño dispositivo de señalización que se incorpora al cochecito para hacerlo más visible, sobre todo en los pasos de peatones, de manera que el propio niño puede accionarlo para hacerse ver. Además de sus cualidades como elemento de visibilidad, es una forma de hacer partícipe al niño del cuidado de su propia integridad física.
El objetivo de este sistema, según sus creadores, es colaborar en la reducción de la estadística de atropellos mortales en los pasos de peatones, y es que los atropellos son la primera causa de muerte dentro de la siniestralidad vial urbana, con una media sostenida a lo largo de la última década en torno al 40% de los fallecidos y al 15% de los heridos por causas del tráfico en ciudad.
¿Y cómo se consigue esa reducción? Simplemente, haciendo más visible el cochecito del niño. Según la apuesta del Eye baby, al accionar el mecanismo se llama la atención del conductor, con lo que la presencia del cochecito en el paso de peatones se hace más efectiva y así el conductor tiene más tiempo para reaccionar.
De esta manera se consigue involucrar al niño en la conciencia de su propia seguridad, pero el dispositivo también puede ser accionado por los padres del niño si se trata de un bebé o si el niño todavía no ha adquirido todavía el hábito de utilizarlo. De hecho, un uso adicional del Eye Baby es favorecer la educación vial de los niños en sus primeros años a la vez que se refuerza la atención de los padres, educadores, conductores y peatones.
Curioso, desde luego, lo es. Y a mí me recuerda la tendencia que tienen muchos niños a hacer el gesto de “alto” con la mano mientras están cruzando por un paso para peatones. Sé que no se trata de ninguna panacea para la seguridad, pero tiene su punto de educación para los niños… y también para los mayores. Si cunde el ejemplo, quizá pronto tengamos una generación de conductores mucho más concienciados, ¿quién sabe?