9 de febrero de 2012

Los siniestros con daños materiales, también bajan

Son los llamados accidentes de "chapa", es decir, siniestros que ocurren principalmente en vías urbanas y donde el perjudicado no es una persona, sino más bien los daños ocasionados en nuestro vehículo o indirectos, como suelen ser los daños ajenos a terceros. Igualmente como ocurre con los siniestros, con ocasión del tráfico, en donde se producen lesiones en las personas tenemos que tener claro que hablamos de accidentes involuntarios. En caso contrario, no sería un accidente como tal, sino más bien un hecho imprudente en donde se involucra directamente a una persona.
Para entendernos, hablaremos de esos pequeños golpes que con responsabilidad o sin ella pueden hacernos perder el tiempo equivalente a media jornada de trabajo. A unas malas, la asistencia en carretera nos llevará el coche al taller y nos dará incluso opción a continuar nuestro viaje. Pero no sin antes, echaremos mano de la declaración amistosa de accidentes para que nuestro seguro se ponga a trabajar y nos recuerde, entre otras cuestiones, las prestaciones cubiertas. Al final, alguien correrá con los gastos, ¿nosotros?, ¿el contrario?, ¿el seguro?...
En época de recortes, como la que estamos viviendo, no nos queda más remedio que mirar por nuestro bolsillo. Posiblemente ésta sea una de las causas de que el número de accidentes de tráfico con sólo daños materiales en el 2011 ha descendido un 3,65% en relación al año anterior. Si, a lo dicho, sumamos el aumento del precio del combustible y el uso de los medios de transporte colectivo como nueva alternativa a nuestros desplazamientos, obtenemos: una mayor fluidez en la circulación de vehículos, reducción de congestión del tráfico y por tanto menos conflictos viales, sobre todo, en conducción urbana.

“Mapa de siniestralidad” por accidentes de tráfico
Según UNESPA (Asociación Empresarial del Seguro), las aseguradoras atendieron durante el año pasado a cerca de dos millones de siniestros, repararon más de cuatro millones de vehículos, atendieron a unas 400.000 víctimas y destinaron a los accidentes de tráfico la suma de unos 9.000 millones de euros. Datos que pueden fácilmente entenderse con sólo ver el mapa de siniestralidad y un contador ofrecido por UNESPA. Simplemente desplazando el ratón por cualquier provincia de España puede consultarse el número de siniestros materiales o corporales que van produciéndose a tiempo real.

El viernes, el día más conflictivo para los accidentes
Con todo este recuento de datos es fácil determinar cuál es el día de la semana con más accidentes. Pero tiene también su lógica, los viernes es un día que se junta el hambre con las ganas de comer. Por un lado están los conductores que están deseando disfrutar del fin de semana y los que finalizan toda una larga semana de trabajo cansados y con ganas de llegar a casa. Por tanto, no nos sorprende la cifra de 6.396 como promedio de siniestros ocurridos durante todos los viernes del 2011 frente a los 2.887 ocurridos durante los domingos. De ahí, también la media de 5.227 accidentes de daños materiales al día, es decir, un accidente cada 17 segundos en cualquier punto de nuestra geografía.
Recordemos que un siniestro de sólo daños materiales es un incidente básicamente urbano. Nada tienen que ver los siniestros ocurridos en vía interurbana donde la gravedad se ve multiplicada por el factor velocidad. Con sólo escuchar o ver las noticias de cualquier lunes por la mañana, a la que estamos acostumbrados por desgracia, sobre los accidentes ocurridos durante el fin de semana, nos damos cuenta de la necesidad de reducir los siniestros en carretera.

No quiero decir con esto que los accidentes de daños materiales son menos importantes, sino más bien que las consecuencias son distintas. Pero existe también una cuestión que merece destacar. Es, en el casco urbano donde se tiene el primer contacto entre vehículo con el medio. Quizás, en la población, es donde habría que incidir con una formación más sensibilizada con la movilidad. Unas buenas prácticas de comportamiento al volante si no son tenidas en cuenta al circular por ciudad, es decir, si no se corrigen algunas conductas como el exceso de confianza o la permisividad de algunas infracciones, resulta que esa misma conducta trasladada a la carretera será mas peligrosa. Por consiguiente, el nivel de capacidad chocará más fácilmente, por decirlo de alguna manera, con el nivel de exigencias que requiere la conducción por vía interurbana.
Calcula tu riesgo al volante
Volviendo de nuevo a lo que nos ofrecen las aseguradoras, en este caso, la página web de UNESPA nos pone a prueba sobre la posibilidad de calcular nuestro riesgo al volante en base a un simple cuestionario. Preguntas como: qué tipo de vehículo es el que conduces más habitualmente, sexo, edad, antigüedad con el permiso de conducir, zona por la que conduces, si tomas alcohol y en qué cantidad, si llevas móvil cuando conduces y si te gusta correr son las que hay que contestar para poner en tela de juicio nuestros conocimientos sobre seguridad vial. Pues bien, dependiendo de la respuesta así será nuestra probabilidad de sufrir un percance de daños materiales o corporales. ¿Te atreves?
A estas alturas, si conocemos las consecuencias de los siniestros tanto en carretera como en ciudad, ¿por qué pasamos por alto cuestiones tan importantes sobre los riesgos al volante? En definitiva, el dónde y el cómo se producen los siniestros de tráfico ya lo conocemos, quizás falta preguntarnos sobre las causas que desencadenan los mal llamados accidentes de tráfico. ¿No les parece?