15 de diciembre de 2011

Utilicemos bien las luces antiniebla

Las luces antiniebla son un recurso de los coches para que, en condiciones adversas de visibilidad podamos ver mejor. Así de simple. Que podamos ver mejor, y que nos vean mejor también. En pleno otoño y a las puertas del invierno, es más probable que cuando salgamos a conducir nos encontremos con lluvia, granizo, nieve, o niebla. Y de cada uno de los fenómenos meteorológicos, nos podemos encontrar con diferentes intensidades.

Y aquí, en el punto en que hablamos de intensidades entra el tema de la utilización de las luces antiniebla. Especialmente, de cómo y cuando usarlas, cuáles son obligatorias y cuáles opcionales, pero también cuándo no es necesario ni aconsejable encenderlas porque pueden suponer un prejuicio para el conductor que circula inmediatamente detrás.

Luces antiniebla: ¿qué dice el reglamento de circulación?
Sobre la luz antiniebla delantera, esto es un extracto del texto que podemos leer en cualquier manual del conductor:
Es una luz utilizada para mejorar el alumbrado de la carretera en caso de niebla, nevada, tormenta o nube de polvo. [...] Es opcional para todos los vehículos, que pueden llevar dos.

Utilización de la luz antiniebla delantera
Cuando existan condiciones meteorológicas o ambientales que disminuyan sensiblemente la visibilidad, como en caso de niebla, lluvia intensa, nevada, nubes de humo o de polvo, cualquier otra circunstancia análoga será obligatorio utilizar el alumbrado. En estos casos deberá utilizarse la luz antiniebla delantera o la luz de corto o largo alcance.

La luz antiniebla delantera solo podrá utilizarse en dichos casos o en tramos de vías estrechas de muchas curvas.
Es un resumen concentrado de lo que leemos en el manual, pero está bastante claro. Siempre que hablamos de condiciones que disminuyen sensiblemente la visibilidad entra el factor subjetivo, evidentemente, y donde un conductor pone las luces antiniebla delanteras, otro puede considerar que ve perfectamente para reaccionar en condiciones de seguridad. Así que el uso de las luces antiniebla delanteras no revierte dificultad alguna: si veo mal, enciendo las luces antiniebla junto a las cortas, o las largas según sea el caso.

Las luces antiniebla traseras
Aquí viene el líoLas luces antiniebla traseras son obligatorias para todos los vehículos, es decir, todos las llevamos. Pero por ser obligatorias no quiere decir que su uso sea indiscriminado. Al revés, solo debe usarse en condiciones específicas. Es muy fácil darse cuenta de que las luces antiniebla traseras son un sistema de seguridad activa de prevención porque favorecen que otros nos vean en las peores condiciones. O sea, que son muy potentes. O sea que pueden deslumbrar o molestar sensiblemente.


¿Qué dice el reglamento? De nuevo es muy claro, pero en este caso es necesario que alguien nos explique exactamente a qué se refiere:
La luz antiniebla trasera solo deberá llevarse encendida cuando las condiciones meteorológicas o ambientales sean especialmente desfavorables, como en caso de niebla espesa, lluvia muy intensa, fuerte nevada o nubes densas de polvo o humo

El problema viene cuando nos encontramos diferentes apreciaciones de lo que es intenso, muy intenso, denso... Por poner un ejemplo: yo soy gallego, de las Rías Bajas. Vivo en Mérida, Badajoz. Mi concepto de lluvia intensa no es el mismo que tiene alguna gente de por aquí (aunque llueve satisfactoriamente). Y el concepto que tengo de niebla espesa, es muy diferente al que al parecer se tiene aquí, a pesar de tener un gran río y unas nieblas interesantes.

Niebla espesa es esa niebla que no te deja ver a 10 o 20 metros por delante del morro de tu coche. Esa distancia a 70, 80 o 100 km/h se recorre en menos de un segundo. Es necesario, y mucho, llevar las luces encendidas, la antiniebla trasera obligatoriamente y las de corto alcance y, si las tenemos equipadas, las antiniebla delantera. Es que estamos pidiendo ver al de delante, y que el de detrás nos vea y no se pegue a nuestro culo…

Sin embargo, una niebla tal que distinguimos perfectamente coches a más de 50 metros de distancia, incluso a 100 metros de distancia, aunque los veamos “en una nubecilla”, no es niebla muy densa. La luz antiniebla trasera molestará a los que van detrás. No se debe accionar, igual que en condiciones de lluvia intensa pero no torrencial. La niebla es bastante fácil de valorar, básicamente o vemos, o no vemos. La lluvia, para que no nos deje ver, debe ser bastante torrencial. Lluvia de gota gorda por ejemplo, de esas gotas que te dejan medio K.O. por la calle, si te dan.

Utilizar las luces antiniebla traseras de forma alegre, sin adaptarse a las condiciones está mal hecho. Las antiniebla traseras deben regularse activamente: “ahora las enciendo, ahora las quito”. Hay que ser conscientes de que molestan si se utilizan incorrectamente, y también ser conscientes de que si no se utilizan cuando es necesario, podemos provocar un accidente. Desde aquí, pido por favor más atención y un uso activo del mando de las luces antiniebla traseras. No es difícil y basta con sufrir una antiniebla trasera cuando no toca para darse cuenta de cuánto molestan.