5 de diciembre de 2011

La discriminación de sexos llega a las autoescuelas


Vaya por delante que soy de la opinión que tanto hombres como mujeres pueden realizar perfectamente las mismas tareas. Ya no estamos en la edad media en el que la fuerza bruta y músculos eran importantes, en el Siglo XXI es hora de que algunos empiecen a usar el cerebro. 

Por ello, llama la atención que en Zaragoza, varias autoescuelas han sido denunciadas por ofrecer precios hasta 200 euros más caros para obtener el permiso de conducir si eres mujer que si eres hombre.

La discriminación de sexos en temas relativos al automóvil siempre ha estado presente, aunque últimamente se va poco a poco poniendo freno. Por ejemplo, en el mes de marzo, el Tribunal de Justicia de la UE prohibió a las aseguradoras que ofreciesen distintos precios en función de si el tomador del seguro fuese del sexo masculino o femenino. ¿Por qué? Porque se habían basado en estadísticas que como tal, no siempre se cumplen, y por las que no deberían pagar justos por pecadores.

De igual forma y aunque proporcionalmente las mujeres necesiten dar un mayor número de clases prácticas antes de aprobar el examen, no se puede generalizar y por ello cobrar a todas las alumnas un precio cerrado y fijo que difiera del de los hombres en, como decíamos, unos 200 euros. También hay bastantes conductores torpes, y conductoras que le darían un repaso a más de uno.

Imaginemos por un momento un caso hipotético. Como los hombres realizan un mayor número de infracciones, y por lógica, son más veces multados, de repente la DGT se le ocurre que estos paguen un importe más elevado a igualdad de sanción que las mujeres ya que, de esta forma, compensa que estén poniendo más a menudo al resto de los conductores en peligro. ¿Cómo nos sentaría esto? ¿Sería justo? A que no. Pues hablamos de un caso similar.

De momento, la Unión de Consumidores de Aragón ha denunciado a las autoescuelas que estaban realizando dicha discriminación y ahora mismo se encuentran a la espera de saber si esta prospera. De hacerlo, cualquier mujer afectada podrá romper el contrato y exigir que le sea devuelta la cantidad de dinero invertida de más en la obtención del permiso de conducir.