En anteriores ocasiones ya hablamos que los cursos de conducción de motocicletas en circuito son de gran ayuda para corregir y pulir defectos en lugares con altas condiciones de seguridad. Sirven para que conozcamos los límites, tanto los nuestros como los de nuestra montura y que a la vez podamos poner en práctica inmediatamente los consejos que nos vayan dando los monitores.
Pero no siempre lo que aprendemos en el circuito nos sirve para el día a día. Si por ejemplo, nuestro nivel de pilotaje es muy bajo porque somos conductores nóveles, necesitaremos varias incursiones en circuito combinados con varios meses de carretera en los que iremos poco a poco poniendo en práctica lo que vamos aprendiendo. Pero las trazadas, frenadas y referencias que se utilizan en circuito no son válidas para el día a día. Necesitamos una adaptación. Para ello, la Asociación Mutua Motera impartió hace algunas semanas el I Curso AMM de Conducción Segura en Carretera, destinado a aprender a conducir una moto en una carretera real, con curvas reales.
Para ello y por primera vez en España, se cerró un tramo de carretera al tráfico y allí se pudo impartir el curso en óptimas condiciones de seguridad. El tramo en concreto fue el del puerto de Canencia, al lado del pueblo serrano madrileño de Miraflores, un lugar ideal para poner en práctica consejos muy importantes en carretera y que sólo en ese entorno, en el real, se pueden enseñar y valorar correctamente.
Con los años vas aprendiendo truquillos, pero todo resulta más sencillo y más seguro si todo esto te lo enseñan antes de que lo tengas que aprender por ti mismo: mirar lejos, muy lejos, tan lejos como puedas; anticipar la curva, tanto la frenada como la colocación del cuerpo y de la moto, engranar la marcha correcta; atacar la moto de forma tardía, buscando el ápice más tarde del lugar en el que en verdad se encuentra, con el fin de evitar permanecer mucho tiempo tumbado forzando el neumático delantero; no tender a echarse hacia el carril contrario en las curvas a izquierda, teniendo en cuenta que nuestra cabeza puede estar invadiendo el sentido contrario aunque no lo haga la motocicletas realmente; etc.
En resumen, una magnífica iniciativa que espero que se vuelva a repetir y no sólo en Madrid, sino por toda la geografía española. Es una magnifica forma de conseguir conductores cada vez más seguros
