24 de junio de 2011

Según la DGT, un 15% de los conductores consumen alcohol antes de conducir

Llega el verano y el calor aprieta, la cerveza bien fresquita es un imprescindible para mitigar la chicharra del mediodía y en su defecto lo podemos sustituir por un tinto de veranos helado, riquísimo… Sería esta la descripción de una escena en la que nos vemos a nosotros mismos en una playa, con su chiringuito bien colocado, el calor apretando y nosotros equipados con el modelo “casual verano 2011”.
O a falta de playa, bueno es el campo con sus pros y sus contras, pero con el denominador común del “mucho calor” y “vamos a tomar una cañita helada”. Y entre medias se encuentran los desplazamientos habituales, cortos en unos casos, largos en otros, pero desplazamientos desde el lugar de trabajo o vivienda hasta el lugar de ocio concreto. Y luego, la vuelta.

Es en esas tesituras cuando parece que no terminamos de enterarnos bien de que al volante cero alcohol, o como dice la nueva campaña de la DGT en colaboración con 15 instituciones más, “La carretera te pide SIN”. Sin alcohol, no sin sentido común. Que me parece a mí que las campañas deberían llevar subtítulos para sordos (pero sordos de conciencia, no me refiero a personas con falta de oído). Llega el verano nuevamente y con él llegan las terracitas, el consumo de fresquísimos tragos de cervecita por ejemplo, y por enésima vez ha de haber una campaña que nos diga, como a niños pequeños: “o una cosa o la otra, o bebes, o conduces”.

Un 15% de consumidores en trayecto corto, un 6% en trayectos largos
Brutal dato. Por mucho que pongamos atención en la interpretación de estos porcentajes, que el 6% de la población conductora que se desplaza en vacaciones (o no vacaciones) en tramos largos haya bebido y además lo reconozca... es sin duda un despropósito. Son miles de personas. ¿De qué valen años de campañas y de educación vial? ¿Estamos ante oídos sordos conscientes o inconscientes? Me recuerda a la cabezonería de la niñez, cuando una y otra vez se advierte a uno ante ciertas prácticas poco recomendables, pero “sabiendo más que nadie”, seguimos erre que erre hasta que llega la reprimenda… o un “accidente de niños”. Lo que sea más rápido.

Pues aquí igual, es un caso que se me revela así, infantil, de cierta irresponsabilidad innata y una forma de entender la vida y los problemas cercanos como si estuviésemos protegidos por una burbuja antirealidad. Los desplazamientos cortos son además los que más anulan nuestra capacidad de raciocinio y nuestra madurez, la madurez que mostramos día a día cuando afirmamos que “yo al volante ni gota”, pero luego llega el momento del ocio y recurrimos a la frase “bueno, con dos cervezas no doy positivo…”. La cuestión no es dar positivo, es simplemente no tener que necesitar el 100% de nuestra capacidad al volante para salvar la vida, cuando no disponemos de ella.

Literalmente, el colectivo que más alcohol consume es el comprendido entre 45 y 59 años. Nuestros padres. Partiendo de esto, ¿no podemos aportar nada nosotros, que somos sus familiares? ¿Tenemos que dejarlos hacer? Es más grave todavía si el consumo de alcohol se junta con un desplazamiento con toda la familia, pero de cualquier manera que lo queramos ver, es grave y muy desolador.

No todo es negativo, descienden los positivos por alcohol
Es el momento de no ser tan pesimista y afirmar que realmente se han reducido a la mitad los positivos por alcoholemia, de forma que vamos avanzando en la dirección correcta. Pero cuesta que la tasa de alcohol al volante sea cero, es algo que no se si se llegará a conseguir algún día. Aumenta considerablemente el consumo de la cerveza sin alcohol, pero como siempre hay que tratar los datos con cuidado. Si aumenta porque los conductores toman una cerveza sin antes de conducir, y esa cerveza es “sin” de verdad, entonces vale. Si aumenta el consumo porque algunos conductores consumen cinco botellines de a 0,7% de alcohol, ya no vale tanto. Siempre, siempre, seamos tan rigurosos con lo que nos encontramos por ahí, sobre todo cuando atañe a la seguridad vial.

En fin, que lo que siempre decimos cuando llega esta época es que disfrutes de las vacaciones, de esos tintos ricos, de las cervecitas reconstituyentes en momentos de calor extremo, pero que vuelvas, que no pongas en juego tu vida ni la de los demás, y que por favor tengas conciencia de que al volante no se juega, ni se bebe, ni tantas otras cosas que pueden resultar peligrosas. Tú y los tuyos, por encima de todo.
Fuente: Circula Seguro