13 de junio de 2011

Los usuarios de patines, también son peatones

No hay nada más natural y sano que pasear por nuestras calles. Por eso, son cada vez más los que deciden moverse por ciudad a paso de peatón. Sabemos que existen otros medios de transporte privado que se pueden utilizar como alternativa al servicio público. Son los vehículos que yo llamo de tracción humana, es decir, los que utilizan la fuerza o energía del hombre. Un ejemplo de ello es el uso de patines, esos zapatos con ruedas que se mueven gracias al esfuerzo humano.

En este artículo, nos centraremos sobre la figura del usuario de patines, pero sin pasar por alto el hacer mención a ciclistas y resto de viandantes porque además de compartir el mismo espacio también tienen que cumplir unas normas de tráfico. Son las normas urbanas las que definen en muchas casos la participación de unos y otros. De ahí, que las señales y normas viales tenemos que cumplirlas entre todos si queremos hacer una circulación más segura y fluida.

Sabemos como peatones que existen carriles reservados para las bicicletas, pero…¿y para los usuarios de patines como medio de desplazamiento urbano?

En las calles es posible la convivencia entre la circulación de jóvenes patinadores, ciclistas y resto de usuarios de la vía pública. No obstante, en las zonas o calles peatonales y cuando la intensidad de estos sea relevante o densa, los usuarios de bicicletas y de patines deberán comportarse como peatones. Es decir, a pie y a la velocidad de que nos dotó la naturaleza, dependiendo claro está de la edad y estado de salud. Lo normal, sería caminar a una velocidad de un metro por segundo que corresponde con el tiempo necesario para cruzar con seguridad un paso de peatones.

Aprovechemos nuestra red vial para estirar las piernas. Hoy por hoy, contamos con las zonas 30, con su delimitación entre el espacio de la acera y la calzada, ubicadas en las proximidades de grandes urbanizaciones y colegios. También están las zonas peatonales, formadas por calles de pavimento único, destinadas prioritariamente a los peatones y donde se permite el acceso a residentes, al reparto de mercancías y a los servicios. Aunque también se permite el paso del transporte público y de las bicicletas, no se permite superar en todo caso la velocidad de 20 km/h.

La gestión de la movilidad urbana implica igualdad para todos los usuarios. Igual que los carriles de circulación son utilizados por automóviles, las aceras están destinadas a los viandantes. Carril es a automóvil como acera es a peatón. El problema es la variedad de automóviles y la variedad de vehículos sin motor que utilizamos a diario para desplazarnos como peatones en un mismo espacio. Y es, en ese escenario, donde surge el problema si utilizamos los medios y no sabemos respetar las normas de convivencia. Ya no vale el desconocimiento, puesto que por activa y por pasiva nuestro comportamiento va a depender de los demás.

Conocer y adaptarnos a los nuevos planes de ordenación vial evita situaciones conflictivas. Por eso, hay que poner nuevamente el acento en el cumplimiento de la norma vial, ya que una actuación poco responsable y solidaria por nuestra parte como usuarios, impediría una movilidad compatible con los demás. Por ejemplo, un turismo parado o estacionado en doble fila puede limitar la capacidad de una calle en un 50% y un vehículo estacionado sobre la acera además de limitar la movilidad de los demás, incrementa el riesgo de accidente por las obstrucciones visuales y el efecto sorpresa.

Algunas normas sobre el uso de patines
Además, no está demás aclarar algunos aspectos legales acerca de patinar en la vía pública y definir a los patinadores como peatones. Por eso, deberán circular por la acera y a paso de persona. Sabiendo esto, el hecho de comportarnos como peatones debemos seguir la normativa de los mismos. Existen artículos que claramente indican que el peatón podrá circular por el arcén o calzada, y estos mismos artículos, por analogía, deben ser aplicados a los patinadores.

Articulo 121.4 del Reglamento de Circulación: Los que utilicen monopatines, patines o aparatos similares no podrán circular por la calzada, salvo que se trate de zonas, vías o partes de las mismas que les estén especialmente destinadas y sólo podrán circular a paso de persona por las aceras o por las calles residenciales debidamente señalizadas, sin que en ningún caso se permita que sean arrastrados por otros vehículos.

Hemos de puntualizar que no sólo se considerá peatón a quien transita a pie o utiliza unos patines para moverse por ciudad. También tendrán la consideración de peatones, aquellos que circulan con una silla de ruedas (con y sin motor) o arrastran un ciclo o ciclomotor de dos ruedas, así como los que empujan o arrastran un carro para niños o coche de impedidos.

Por otro lado, la mayoría de desplazamientos por ciudad pocas veces acostumbran a superar distancias superiores a dos o tres kilómetros. Por tanto, para esas distancias, moverse a pie podría ser el medio de transporte más recomendable. Si además queremos hacer ejercicio o deporte, el uso de patines como medio de desplazamiento urbano es un medio saludable, eficiente y limpio. Además, no consume energía y, en consecuencia, tampoco produce emisiones contaminantes. Es un medio de transporte económico, asequible y fácil de utilizarse.

Haz tu ciudad más sostenible, compatibiliza tu espacio de manera segura y respeta a los demás